Muros de contención
Los muros nervados o muros de contrafuertes se utilizan para la contención de tierras. Presentan sección variable en los nervios y disponen de unas patas que sirven para su apoyo sobre el hormigón de limpieza de la cimentación durante la etapa de montaje. Posteriormente, una vez colocados, se ejecuta la zapata de cimentación quedando el muro empotrado en ella.
Los muros macizos, a través de su sistema de enlace lateral, permiten la formación de juntas húmedas que dan continuidad al hormigón del muro entre los diferentes paneles. Su sistema de unión a cimentación puede ser como el anterior, o bien mediante cáliz corrido. También permite el apoyo de forjados en su coronación.
Otra variedad de muro son los denominados muros de doble hoja o muro sándwich. Estos muros representan una ventajosa alternativa al muro tradicional “in situ” y su principal aplicación es en la construcción de muros de sótano. Se consiguen acabados de gran calidad y una ejecución más económica y segura. Están formados por dos paneles de hormigón unidos mediante celosías que lo rigidizan. Una vez colocado y apuntalado se hormigona en tongadas el hueco interior, así se consigue un monolitismo con los distintos módulos prefabricados , con la cimentación y con los diferentes forjados.